lunes, 23 de junio de 2014

Entre verano y verano

300 días, un curso entero, de verano a verano,  increíble.
  "Time goes so fast"
Tienta reflexionar sobre la magia del verano, pero, ¿por qué no sobre el tiempo entre verano y verano? Tendemos a esperar y esperar, a querer que pasen los días para que llegue algo, a querer que pase pronto el invierno, los meses de exámenes, los días aburridos, las mañanas estresantes y  los domingos tontos en casa, olvidando que lo que realmente pasa es la vida. Tendemos a crear esa falsa ilusión de hacer "cuentas atrás" de todo para poder llevar el día a día, ese 5, 4, 3, 2, 1 y 0... 0? ¿Y qué? Todo sigue igual, ese "0" lleno de expectativas que puede que se cumplan, pero, ¿cuenta atrás para que acabe el curso?, ¿cuenta atrás para verano? ¿Y por qué no cuenta atrás como límite para haber cumplido todos tus propósitos antes de verano?,
¿por qué no dejar de contar los días y hacer que los días cuenten?
Tal vez porque se nos hace largo, pesado, cuesta arriba, sin darnos cuenta de que eso no es cosa del tiempo, no es cosa de que pasen los días, el tiempo influye, pero quien verdaderamente puede hacer ese cambio a mejor, hacer que los días cuenten, es uno mismo. Puede que llegue el verano, pero eso no implica que vayas a ser más feliz, puede que seas más feliz un día cualquiera de instituto que un día cualquiera de verano. Estamos tan acostumbrados a escuchar ese "disfruta del momento", "vive el presente", el típico "Carpe Diem", que no lo analizamos, vivimos sin fijarnos en los pequeños detalles, vivimos deprisa, y a veces, no apreciamos lo que tenemos delante.  
Aunque, ¿a quién no le hace ilusión que llegue el verano?


-María.